viernes, 1 de agosto de 2008

"La generación 16"




Matías Oviedo, Cristián Arriagada, Fernanda Urrejola, Francisca Lewin, Cristián Riquelme y Luz Valdivieso protagonizaron en 2003 la teleserie 16. Cinco años después, se juntan para recordar cómo fue la experiencia, de la que salió el semillero de actores más exitoso del canal estatal.


El 9 de junio de 2003 debutó por las pantallas de TVN la teleserie 16. La producción era pionera al abrirse a un nicho inexplorado -los jóvenes- y también instalaba como protagonistas a un grupo de actores prácticamente desconocidos. Así aparecieron, de jumper, pantalón y corbata, Francisca Lewin y Cristián Arriagada -los protagonistas de la historia- junto a Luz Valdivieso, Fernanda Urrejola, Matías Oviedo y Cristián Riquelme, entre otros. Y fue un éxito: llegó a marcar peaks de 32 puntos y promedió 19.9 puntos de rating en su horario de las 17.30 horas. Ahora, los seis actores protagónicos tienen carreras consagradas y se mantienen en la red estatal.

Así, Urrejola, Oviedo, Riquelme y Arriagada estarán en la teleserie del segundo semestre de TVN, Hijos del Monte, mientras que Lewin acaba de terminar de grabar Viuda alegre. Valdivieso, por su parte, sólo se quedó fuera de pantalla por su reciente maternidad y dice que más adelante sabrá qué hará en 2009. Además, entre todos acumulan proyectos teatrales varios, como los montajes del segundo semestre Las tres hermanas, que dirigirá Víctor Carrasco y La matanza de Zapallar. Tienen apariciones en series como el Gen Mishima o La conspiración, que se grabará el próximo año. Y Riquelme aporta cine al currículum colectivo, con su proyecto Los Cinco, dirigido por Marco Enríquez-Ominami, sobre los últimos días de vida de Miguel Enríquez. Mientras, Oviedo se encarga de la cuota musical, gracias a la preparación de su disco solista y con la composición de la música de la obra Tú mi primera película.

El revival también está en pantalla: este lunes el canal público comenzó a repetir, a las 18 horas, la telenovela 17, la segunda parte de 16. El mismo elenco pero, para la historia, pasaron de 3º a 4º medio en el ficticio colegio Antumapu. Las temáticas, en todo caso, eran similares: líos amorosos, sexo, dudas vocaciones, bulimia y el fin de la adolescencia.

La producción no sólo fue utilizada para abrir un nicho horario y generacional antes no explorado por las telenovelas locales, también sirvió como pionera de una costumbre que la red estatal utiliza con cada vez más frecuencia. Porque al igual que El señor de La Querencia, 16 se grabó completa antes de que fuera exhibida. El equipo, que también era primerizo, realizó toda la producción entre el 15 de enero y el 31 de mayo de 2003. Y los actores ahora coinciden en que eso fue un alivio en términos del impacto que tuvo en ellos sus primeros encuentros con la fama.

Las declaraciones de principio tampoco tardaron en llegar en esa época. Víctor Huerta, director de la producción dijo en su momento: "Por las historias que se van a mostrar, va a haber harta gente que se va a sentir identificada, sobre todo público juvenil. Por ello, nos interesa dar una esperanza más que sólo mostrar la cruda realidad" y agregó que se buscaba tener un enfoque "educativo" a temas que nadie se atrevía a tratar. Y aunque la apertura de la franja horaria no fue definitiva, sí sentaron un precedente de que había público telenovelesco a otras horas que no fueran las 20 horas. Y fue un semillero envidiable de actores. La nueva generación.
Ellas
Francisca Lewin tiene día libre, pero es la primera en aparecer. Ve entrar a Luz Valdivieso, se dan un gran abrazo y comienzan a ponerse al día. Son amigas hasta hoy y se nota. Luego llega Fernanda Urrejola y el trío está armado. Tienen tal nivel de conexión que, a ratos, uno parece estar espiando una conversación privada. Porque se desentienden de la grabadora y echan a correr la memoria de cuando tuvieron que grabar la teleserie 16. El casting, la fraternidad que hubo, las anécdotas. Todo. Tienen buena memoria y se interrumpen entre risas. "¡Cinco años desde que la hicimos!", lanza Lewin. La pelota está echada.

Fernanda Urrejola: Ya estamos grandes. De hecho, llevo dos teleseries donde tengo hijos (se impresionan todas). De un año, por suerte.
Francisca Lewin: Y yo estoy haciendo como un master en escolaridad (risas).

¿Cómo recuerdan la experiencia?
Francisca Lewin: Eramos todos inocentes (risas). Para mí, los mejores recuerdos.
Además, fue la primera teleserie que se grabó completa antes de salir al aire. Por eso tuvieron cero presión de rating.
Luz Valdivieso: Sí, eso fue bacán.
Francisca Lewin: Sí, porque nadie sabía nada de cómo iba a ser el rating, entonces grabamos con la mejor de las ondas y creo que también, una vez lo hablé con una de las guionistas, era una teleserie nueva y no estaban tan encima. A ellos también le dieron más libertad para escribirla y eso se nota, sobre todo en 17, donde los temas se profundizan.
Fernanda Urrejola: Todos los personajes estaban súper bien armaditos.
Luz Valdivieso: A pesar de ser una juvenil, los temas que se tocaban eran en profundidad y eso era entretenido.
Además, esta producción fue el puntapié para que TVN se atreviera a ampliarse y hacer telenovelas nocturnas.
Francisca Lewin: Claro, era la primera teleserie de otro formato.
Luz Valdivieso: ¿Y se acuerdan que después la segunda, 17, iba a ser nocturna?
Fernanda Urrejola: Nooo...
Luz Valdivieso: Sí, nos dijeron oficialmente, en Pucón.

¿Nocturna? ¿Y qué iban a hacer? ¿Subir el jumper?
Luz Valdivieso: Iba a verse más piel (risas).
Francisca Lewin: ¡Ah! Sí me acuerdo, pero que después, hablando, todas pudorosas, obviamente, fuimos a preguntar ¿cómo que nocturna, que significa eso, qué implica?
Luz Valdivieso: Y además que era la misma historia, los mismos personajes. Era raro que se transformara de repente en nocturna. Y la actriz argentina que vino (Julieta Camaño, que era la antagonista de 17) iba a mostrar haaarto. Y estábamos todas en trajebaño y ella ahí... bien, bien.
Francisca Lewin: Bien de colaless (risas).
Fernanda Urrejola: Además que era argentina, así que había que aprovechar que los pudores eran distintos.
Francisca Lewin: Pero no era tan distinta, todo el mundo pensaba que a ella le daba lo mismo, pero no.
Fernanda Urrejola: Sí, pero acuérdate que la primera escena que hicimos fue así como ¡Gua! Y todos la quedamos mirando.
Francisca Lewin: Pero ella tampoco estaba muy feliz. No era como que "estoy en mis salsa, me siento súper cómoda".

Han pasado cinco años. ¿Cuánto sienten que han cambiado como actrices?
Luz Valdivieso: Encuentro que es un atentado cuando la repiten (carcajadas).
Fernanda Urrejola: A mí me mostraron hasta el casting que hice para 16 en la tele... ¡eso sí que es atentado! Con Matías Oviedo ahí, los dos bien pollos frente a las cámaras.
Francisca Lewin: Ese casting horrible donde había que ir a poner música en un equipo.

Todas: ¡Horrible!
Luz Valdivieso: Pero a mí no me tocó hacer ese casting.
Francisca Lewin: Es que tú venías de al lado (había trabajado en Piel canela, en Canal 13). La Luz era como la que mandaba, la que sabía. Y nos daba indicaciones, mandona (la mira riendo).
Luz Valdivieso: A la Ica yo siempre la empujaba para adelante, porque siempre se escondía. Estábamos todos en grupo, y ella, que era la protagonista, se ponía detrás. Y yo la empujaba para que apareciera. A mí me tocó el casting con Cristián Arriagada en un estudio en Chilefilms.

¿Qué recuerdan que les faltaba en esa época y que ahora tienen?
Luz Valdivieso: Calma.
Fernanda Urrejola: Sí, experiencia. Era una ansiedad constante, todos queríamos ser amigos con todos.
Francisca Lewin: Es verdad lo que dices. Uno como que daba todo para las escenas, como si te la estuvieras jugando para hacer la película de tu vida. Me acuerdo que una vez me quedé enferma, haciendo una escena mil veces gritando, y quedé afónica como por un año. Me tuve que hacer un tratamiento. Ahora uno dosifica un poco más, dices: "Bueno, tengo que hacer 10 escenas al día. Si una no sale tan bien, no es tan terrible". Antes estabas todo el día pensando en cómo era. No es que uno le ponga menos profesionalismo y dedicación, pero sí menos ansiedad y ganas de que esa escena sea lo máximo.
Fernanda Urrejola: Creo que parte de que nos haya ido bien a todos después fue porque armamos una cosa distinta nomás.
Francisca Lewin: Y la buena onda no era solamente entre los actores, sino del equipo entero. Desde el sonidista al director, todos nos juntábamos y salíamos después de grabar. Fue algo inédito y que no creo que se vuelva a repetir.

En términos mediáticos, ¿cuánta inocencia perdieron desde que salió al aire 16?
Luz Valdivieso: No fue tan terrible, porque la teleserie no salió al aire mientras la grabamos.
Fernanda Urrejola: Yo me acuerdo que fue heavy.
Lewin y Valdivieso: Para ti fue heavy (la quedan mirando entre risas).
Francisca Lewin: Pero fue súper paulatino. Porque no fue la teleserie de las 8. Te reconocían más los niños, alguna gente, fue de a poco.
Fernanda Urrejola: Fue de a poco, y también un reconocimiento de la gente súper lindo. Y eso duró harto rato, de ser como los niñitos lindos.
Luz Valdivieso: Claro, como el área juvenil.

Ellos
Se ponen muy serios al contestar y piensan cada respuesta. Pero basta que llegue Luz Valdivieso, a la que ven por primera vez desde que tuvo a su hija María, para que la solemnidad dé paso a efusivos saludos, preguntas y más de una risa. Y de ahí en adelante, entre respuesta y respuesta, una que otra broma se cuela a la conversación, dejando entrever una complicidad implícita. Ellos mismos lo cuentan, desde hace cinco años, cuando protagonizaron 16, no han dejado de trabajar juntos en las distintas producciones de TVN. Y la familiaridad se nota. Aunque confiesan que no siempre se ven tanto como quisieran y que, como dice Matías Oviedo, "la Ica (Francisca Lewin) se cambió de elenco", todos conversan con soltura mientras posan para la foto. Incluso Cristián Arriagada recuerda con humor su paso por la teleserie nocturna Idolos, tan destapada que, comenta, en un punto ya habían perdido el pudor unos con otros de andar desvestidos.

"Fue entretenido hacer 16, porque nos hicimos súper amigos todos. Fue un equipo que nos quisimos harto, y así ha sido hasta ahora. Marcó una etapa", recuerda Oviedo sobre la teleserie juvenil. Y Cristián Riquelme agrega que para él y Arriagada el asunto continuaba en sus días en la universidad, donde eran compañeros. "Con Cristián tenemos una amistad de años, desde el año 99. Ya llevamos casi 10 años de amistad", apunta Riquelme y Arriagada lo interrumpe con un "¡Uf, que ha pasado el tiempo!", y Riquelme remata entre risas: "Sí, 10 años. Con la pata de gallo y bien craquelados al final".

Ahora los destinos telenovelescos los juntaron nuevamente, porque los tres actores son parte del elenco de Hijos del Monte, la producción dramática del segundo semestre de TVN para las 20 horas. Además, Riquelme y Arriagada estrenarán el montaje Duros el próximo jueves, con la dirección de Claudio Arredondo.

"Alguna vez nos dijeron en la escuela que si actuábamos juntos, íbamos a tener eso. Que Cristián iba a ser el bueno y yo el malo. Por una cuestión de porte, de energía, de cara, de físico. Y efectivamente ha sido así. Yo he hecho de malo y él de bueno", cuenta Riquelme.
Vida colegial

Al momento de recordar los días de grabación de 16, Oviedo asegura que eran más obedientes de lo que se esperaría de un puñado de casi puros primerizos en teleseries. "Igual éramos desordenados cuando ibamos a grabar al colegio y todo. Pero como todos éramos principiantes, estábamos súper atentos a lo que nos dijeran los directores, los productores. Les creíamos todo", cuenta. Y agrega: "Con el tiempo uno se vuelve más escéptico, pero no en mala, y tienes más opinion. En esa época uno era más pollito. Tratabas de seguir las reglas al pie de la letra. En cambio ahora uno sabe cómo funcionan las cosas, entonces sabes hasta donde puedes llegar, forzar situaciones. Sin maldad, pero para que haya más proposición de uno. Te vas poniendo más desordenado con el tiempo".

Mientras, sus compañeros destacan la relación que se forjó en el equipo, no solamente entre el elenco. "Todos recuerdan con mucho cariño esa teleserie, más allá del éxito que tuvo, por la onda que se generó a nivel de actores, de producción, de director hubo algo muy poderoso, que pasó mucho más allá de la pantalla. Creo que esa confianza con los directores que se ganó en esa teleserie siguió de ahí en adelante para todas las telenovelas", opina Arriagada.

Además, esa fue la época en que debutaron dando autógrafos. "Hubo harto teenager en ese momento, me acuerdo", dice el galán de Amor por accidente y añade: "Me acuerdo que venían escolares de todos los colegios. No había distinción social, el tema de la teleserie llegó a todos lados, rebotó a todas partes, incluso a nivel familiar. Y bueno, los autógrafos iban y venían". Claro que Oviedo dice que se salvó un poco de esa faceta, porque "aparecía bastante distinto de lo que era en la vida real" y porque "nunca fui tan protagonista. Igual fue un cambio, que la gente te reconozca en la calle, pero no fue un shock. No ha sido nada acosador. Me lo tomo con calma. Te saludan en la calle, te tiran la talla, pero todo bien", afirma el intérprete de Ignacio de El señor de la Querencia.

Sus compañeros no se toman el asunto con tanta filosofía. "A mí lo que más me costó fue entender que esta pega que para mí dura de 8 a 6, repercute en gente afuera, que la gente te relaciona con un personaje. Me costó entender que la gente tiene todo el derecho a opinar, y uno es el que la toma o no la toma. Y ese es un costo", acota Riquelme y agrega que "es violento que uno está trabajando y de repente viene una ola gigante de opiniones, que te las tienes que bancar". Arriagada lo secunda. "Ese es un buen punto, porque más allá de ese destape de la vida profesional, después aparecen unos que son como profanadores de tu vida personal, que quieren saber mucho más. Y hay que aprender a manejarse en esas cosas. O en un principio con toda la gente que te agarra, te toma, como si fueras parte de su vida".

Y todos coinciden en que las repeticiones a veces son una tortura, pero que al final no se lo toman tan en serio. "Cuando la repiten, la veo y me carga un poco. No sabría puntualmente por qué es, pero ahora lo haría distinto. Quizás la experiencia te deja mirar los personajes de distintos lados. Antes uno tiraba toda la carne a la parrilla desde un punto de vista, ahora podría hacer con más calma las miradas del personaje", dice Oviedo.

Y Riquelme lo complementa con una visión más indulgente: "Vas mirando para atrás, y ves escenas que hiciste en 16 y las encuentras notables, y otras que ves y piensas, 'pucha, aquí le podría haber puesto un poco más'. Pero inmediatamente viene el perdón. Yo me lo perdono absolutamente, porque no tenía idea de lo que era hacer televisión".