jueves, 21 de mayo de 2009

Comentario Cinefilo

Hay historias que me gustaría haber conocido antes, haber ‘llegado primero’, para descubrirlas, para poder filmarlas. Hoy conocí una que me dió envidia y automáticamente me preocupó. Una buena historia se puede farrear en manos inapropiadas, pensé. Esperemos que con la historia de Teresa Wilms Montt no sea el caso.


Nacida en una familia conservadora de Viña, Teresa Wilms Montt siempre fue un caso especial, un ejemplo de rebeldía. Se casó a los 17 años sin la aprobación de sus padres, con Gustavo Balmaceda, quien luego la internaría en un convento al ver que su mujer se comenzaba a hacer conocida en el ambiente bohemio de la época y que era, para esos tiempos, una rebelde. Conocida por su belleza e inteligencia, escapa a Argentina junto al mismísimo fundador de creacionismo, el poeta Vicente Huidobro. Al breve plazo, no sólo se hizo conocida, sino que muy querida en el ambiente intelectual argentino. Cuenta la historia que vivió en Paris, viajó a Nueva York (dónde no pudo entrar por creer que se trataba de una espía alemana), publicó múltiples libros hasta que finalmente, ahogada por la pena de no ver a sus hijas, decidió suicidarse días antes de la Navidad de 1921. “Nada tengo, nada dejo, nada pido. Desnuda cono nací me voy, tan ignorante de lo que en el mundo había”, alcanzó a escribir.

La historia de Teresa va a llegar al cine. Ojalá que no defraude, que la megaproducción no sea en vano. Que no desperdicien la historia. Tatiana Gaviola está a cargo y la siempre-linda Francisca Lewin la interpreta. Al menos el trailer promete.